Proyecto “Las Fábricas”

Constanza Urrutia Wegmann

11 June 2018

Soy una Artista Textil chilena, mi país es el último del cono sur, vivo y trabajo en la ciudad de Santiago, donde desarrollo mi obra, y me dedico también a dar clases en la catedra de Arte Textil en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Mi infancia la viví durante los años 80, en plena dictadura militar, entre “toques de queda” y “cacerolazos” (palabras coloquiales donde la primera se refiere a la prohibición de salir a la calle después de cierta hora y la segunda a la forma de manifestación social, donde muchas familias se reunían en la puerta de sus casas, a la misma hora, para hacer sonidos al unísono golpeando tapas de ollas a modo de protesta.

Lo recuerdo desde mi conciencia de niña entre un miedo extraño y una emoción, un periodo de habitar un país dividido y polarizado, pero donde nunca vi una manera más solidaria de vivir que la de esos años. El tejido social construido entre vecinos era lo que permitía seguir adelante. Un periodo muy austero, de pocas comodidades tecnológicas, donde la vecina que era médico, vivía al lado de la vecina costurera y la que tenía el beneficio de tener un teléfono o lavadora lo compartía gentilmente con el resto, todos se ayudaban.

Entre medio de este contexto sociopolítico mi infancia se fue modelando, influenciada por una madre historiadora que amaba los libros y la memoria escrita, un padre abogado que trabajaba en una oficina con un trabajo marcado por la rutina, del cual aprendí sobre justicia y equidad, y una abuela de origen árabe que dominaba el arte de la costura y el tejido, de la que heredé el amor por este oficio. Crecí viendo como los remiendos de ropa se hacían siempre dentro de casa y las telas del mobiliario se reparaban y transformaban al ritmo de una pequeña máquina de coser. Así es como la memoria en mi familia era atesorada como cada prenda de ropa era remendaba, una época en que no había exceso de nada, excepto de idealismo.

La herencia de todos esos rasgos son la que determinaron la búsqueda de los temas que expreso en mi trabajo, el que mira ese momento de nuestro país, donde estaba todo por hacer y las conquistas sociales eran el horizonte que aparecía en los sueños y luchas de muchas personas.

Más tarde, cuando me formé como artista visual lo hice desde las practicas textiles.

La tradición textil, el oficio y la operación manual se convirtieron en mi lenguaje, la textilidad conformaba parte importante de mi historia y de la historia de mi nación.

Tanto si miraba hacia nuestros pueblos indígenas, que plasmaron su memoria en bellos tejidos, como si observaba las gráficas textiles producidas por la industria de estampado artesanal de Alejandro Stuven.

El tejer, hilar, teñir, cocer, estampar, cobraban sentido y para mí consistieron en un acto revolucionario que debía mantenerse y fomentarse, su técnica e historia.

Desde allí y en el marco de mi tesis de Magister desarrollé la investigación que generó el proyecto “Las Fabricas”, del que son parte “El Último Metraje” y “Acción Machasa”, así como otras piezas que están en construcción.

El proyecto toma como foco central la historia de las principales fábricas textiles nacionales y sus vínculos con el periodo político e histórico vivido en los años 70, el gobierno de la unidad popular y el golpe de estado.

Si bien estas fábricas surgieron muchísimo antes, conquistando un progreso económico y conformándose como las principales industrias modernas dentro del país, no fue hasta esta etapa en que se consolidaron como un bastión de lucha social, gatillando más reformas políticas que ningún otro rubro industrial, donde todas las batallas previas por derechos laborales (jornadas de trabajo justas, derecho a vacaciones, etc.) llegaron a su culmine, con la estatización de ellas, cumpliendo así el sueño de los trabajadores de ser tan dueños como el estado de su propia producción y ser protagonistas de la transformación nacional en vías al socialismo.

En gran medida esto fue posible por la vida que se generó previamente en torno a la fábrica, dos de las más importantes (Yarur y Sumar), construyeron viviendas alrededor de ellas para sus operarios; con plazas, canchas de fútbol, y centros culturales. Estos beneficios permitieron que los trabajadores generaran una identidad que se organizaba entre su lugar de trabajo, el oficio y la vida alrededor de esta industria.

Una de estas mismas fabricas: Yarur (posteriormente Machasa) tenía entre su infraestructura túneles que conectaban todas las áreas de la industria y permitían que los operarios no tuvieran que salir a otras plantas para el traslado de las telas e hilados. Contaba además con un edificio de tintorería que se ubicaba al cruzar la calle y estaba unido al área principal por un túnel subterráneo.

Pienso en ese recorrido interior, como un entrelazado rítmico del traslado de material, todos los textiles que iban sin color y volvían transformados, pero además lo visualizo como un tejido subterráneo de diálogos e historias las que articuladas posteriormente cambiarían la existencia de los operarios y la del lugar. Ese mismo túnel sería transformado en vía de escape, la que usarían los pocos trabajadores sindicales que lograron salvarse en los días de represión militar posterior al golpe de estado.

De eso habla la obra “Acción Machasa”, una acción conmemorativa en el espacio público. Consistió en la realización de una huella en el punto exacto por donde cruza el túnel que une ambos edificios. La marca de tinte azul sobre el pavimento, fue hecha por 28 kilos de hilados teñidos, que fueron arrastrados de un extremo al otro de la calle repetidamente, como un gesto simbólico de proyectar un espacio invisible “el túnel” hacia la superficie, un acto para conmemorar los relatos particulares de actores anónimos, sus pensamientos, trayectos, funciones y toda la historia que hay detrás de los hechos.

Posteriormente al golpe militar todas las fábricas que habían sido pasadas al estado, fueron tomadas por los militares y luego devueltas a sus antiguos dueños, los sindicatos de obreros se cerraron y lentamente, el nuevo sistema económico imperante que abrió los mercados a las importaciones de telas extranjeras, fue liquidando la posibilidad de subsistencia de cualquier industria textil nacional, las que fueron cerrándose poco a poco y con ello el sueño de los trabajadores de vivir de su oficio en un país más solidario y justo. La gran utopía socialista donde los obreros eran los protagonistas cayó con el gobierno del presidente Salvador Allende, pero el lento aniquilamiento de la industria nacional fue una doble derrota.

“El ultimo Metraje” toma ese punto de vista, si “Acción Machasa” repara en la revolución construida “desde abajo”, este otro trabajo se centra en la estrecha relación que había entre el gobierno de la unidad popular y el proletariado.

Una instalación de 40 metros de tela en la que fue estampado de manera manual el último discurso del presidente Allende, el que fuera dicho y transmitido en vivo por radio Magallanes, mientras se bombardeaba el palacio presidencial, previamente a su muerte.

La obra se presenta como una alegoría entre ese último discurso dedicado a los trabajadores y la última tela producida, que va saliendo de la maquina impregnada con la historia.

La dictadura militar duro 17 años, durante ese tiempo el país se dividió, vivió la represión y fue administrado por otro sistema económico, el que perdura hasta hoy, se terminó con una manera de ver la vida, con un tiempo y un ritmo, con una ideología e identidad y con un tipo de expresión cultural.

Finalmente, así es como mi trabajo traza un hilo entre el textil y la memoria, buscando recuperar un pedazo de historia que se exprese en la obra y que permita luchar contra la amnesia, evidenciando en la técnica y su ejecución manual esa manera de mirar. Buscando, por último, nuevos lugares desde donde se pueda pensar en la construcción de una sociedad distinta.

Author

I live in Santiago, Chile, and teach textile arts at the Department of Fine Arts, College of Arts, University of Chile. I am also in my final year of a Master’s degree in Fine Arts. Las Fábricas (The Factories) is my graduation project for the degree, including a written text and a number of visual art pieces, among them Machasa Action and The Last Metres

 

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